Esta semana santa hicimos una escapada de 4 días por el norte de Portugal y he querido compartirla con vosotros. Portugal es historia, paisajes, buena comida y bebida… La verdad que me sorprendió mucho, y aunque habría querido hacer algo de monte por allí (estaba precioso con colores verdes, amarillos, rojos y rosas), el tiempo no acompañó y nos obligó a realizar un viaje mas «pausado» y con mucha ciudad.

Os resumo un poco nuestro viaje con las distintas visitas.

DÍA 1: Braga – Una Joya con mucho encanto

Empezamos el viaje en Braga pues nos pillaba más cerca desde Cantabria y era una buena «base» de la que movernos para el norte y el sur de Portugal. Así que pillamos un Airbnb a las afueras y de ahí planificamos las distintas visitas.

He de decir que en este viaje nos faltó algo de monte/montaña pero el tiempo no acompañó en absoluto así que tuvimos que improvisar y centrarnos en una viaje más gastronómico y cultural.

Qué decir de Braga, es una de las ciudades más antiguas de Portugal, con un ambiente tranquilo pero lleno de vida. Tiene muchísima historia y rincones que parecen sacados de un cuento, pero sin duda, lo que más tiene son iglesias; es la ciudad con más iglesias por m2 en todo Portugal. Así que si te gusta este tipo de visitas, Braga es sin duda tu ciudad predilecta.

En esta ciudad se mezcla lo cristiano con lo pagano pues encontramos iconografía de los dioses romanos dada la gran influencia de estos en esta ciudad durante casi 4 siglos de historia.

Lo que no te puedes perder:

  • El Santuario de Bom Jesus do Monte, con su famosa escalinata barroca (nosotros la hicimos caminando, pero también se puede subir en un funicular hidráulico. Cuesta 3€ por persona). Las vistas desde arriba son espectaculares, a nosotros nos pilló el día nublado y no lo pudimos disfrutar como nos habría gustado.
  • La Catedral de Braga, la catedral más antigua de Portugal.
  • El centro histórico, ideal para pasear sin rumbo, con plazas, terrazas y tiendecitas con encanto.

Hicimos un free tour por la ciudad que nos ayudó mucho a entender la historia de Braga y descubrir rincones que por nuestra cuenta seguramente no habríamos visto, pero tampoco fue el mejor tour de la historia en cuanto a historia, gastronomía y cultura. La guía se centró más en algún que otro sitio para comer y un poco de historia (sin contexto). Mucho lo buscamos nosotros por nuestra cuenta.

En este punto recomiendo siempre hacer una pequeña búsqueda previa para entender mejor la ciudad ya que los free tours no siempre cuentan con buenos profesionales o entendidos de la materia.

Dónde comer:

Aquí hay muchos restaurantes muy buenos, lo ideal es buscar alguno donde te ofrezcan el típico bacalao (a braga o con nata) ya que es un plato típico de allí y está muy muy rico.

Nosotros comimos en el Restaurante Atípica, que está justo sobre unas ruinas romanas visibles desde el interior. Se come muy bien, a buen precio (además de sin gluten) y el sitio tiene un encanto muy especial. Pedí el famoso Bacalao a la Braga y no me decepcionó para nada.

DÍA 2: Viana do Castelo – Vistas que enamoran

Al día siguiente fuimos a Viana do Castelo, que está a una media hora de Braga. Es una ciudad costera tranquila y pequeña lo que la habría hecho perfecta como complemento al primer día: Braga por la mañana y Viana do Castelo por la tarde noche. Pero por el mal tiempo decidimos dedicarle un día entero en vez de ir al monte.

La gran protagonista aquí es la Basílica de Santa Luzia, en lo alto de un monte. Se puede subir en coche, caminando o en funicular, pero lo mejor de todo es subir en coche hasta el parking principal (si no hay mucha gente) para ahorrarte una buena caminata y ya pasear por los alrededores.

Una vez allí puedes pasear por los jardines (hay algún bar con terrazas preciosas) y disfrutar de las vistas, pero sin duda lo mejor es subir hasta la cúpula para disfrutar de unas vistas 360º de toda la ciudad, del río y del océano Atlántico que son simplemente increíbles.

También tienes mesas y bancos para sentarte y merendar disfrutando de las vistas.

Fue una parada corta, pero valió muchísimo la pena.

La ciudad tiene muchas otras iglesias de estilo barroco que puedes visitar además del icónico barco hospital, el Gil Eannes, que se dedicaba a asistir a los a los barcos pesqueros que permanecían varios meses aislados en las aguas de Terranova y Groenlandia. Actualmente es un museo donde puedes encontrar utensilios usados así como las distintas partes en las que se divide el navío. La entrada cuesta 10€ por persona.

Dónde comer:

Al ser una ciudad costera la recomendación es comer siempre pescado fresco. Nosotros comimos en un restaurante bastante normalito al lado del puerto donde nos ofrecieron una lubina BUENÍSIMA; con patatas y verduras cocidas.

Un plato súper fresco, sabroso y sano.

También comentar que había una repostería super bonita y con unos productos buenísimos donde yo pude comer macarons sin gluten: Adam Fine Pastry

Dónde aparcar:

Nosotros aparcamos en el parking gratuito del puerto «Gil Eannes Free Parking» ya que estaba muy céntrico y podíamos ir caminando a todas partes desde allí.

DÍA 3: Oporto – Historia, color y sardinas

Llegamos a Oporto con muchas ganas porque sabíamos que nos iba a encantar… Nuestros amigos y familiares nos lo habían recomendado en varias ocasiones asi que las espectativas estaban altas. Y no nos defraudó. Es una ciudadpreciosa, llena de color, fachadas de azulejos y ese aire un poco mágico que la hace tan especial.

Hicimos un free tour que recomiendo al 100%. La guía fue súper amable y divertida, nos llevó por el centro histórico, diversos puntos de interés, edificios icónicos… contando su historia y dando datos curiosos y recomendaciones que nos ayudó a ubicarnos bien para luego recorrer la ciudad por nuestra cuenta.

Qué hicimos en Oporto:

  • Visitamos la Catedral de Oporto, muy imponente y con unas vistas geniales desde su plaza.
  • Pasamos por la Librería Lello, que es preciosa, pero aviso: cuesta 10€ la entrada y suele haber colas largas. Si vas, mejor compra las entradas online con antelación. También apuntar que los 10€ de entrada se reducen del costo final si quieres comprar un libro. Así que si tienes pensado ir a Oporto, haz una lista también de libros que necesites para que la entrada merezca la pena no solo por las vistas sino también por la adquisición de un libro.
  • Entramos en la Estación de São Bento, que más que una estación parece una galería de arte. Tiene miles de azulejos que cuentan la historia de Portugal. Me encantó.
  • El Mirador da Vitoria: con unas preciosas vistas del río Duero y la ciudad.
  • Quisimos hacer el Crucero de los 6 puentes por el Duero, pero cerraban a las 18:30h y nos fue imposible llegar a tiempo. Nos lo recomendaron mucho así que os lo dejo por aquí por si tenéis tiempo y lo queréis hacer.
  • También tenéis disponible el Teleférico de Gaia que tiene unas vistas preciosas de la ciudad.

Dónde comer:

Nosotros comimos pescado fresco (¡sardinas!) en un restaurante local que encontramos paseando, sin pretensiones, pero buenísimo. Sigo recomendando comer pescado si visitas Portugal, la calidad es buenísima.

Pero…. Lo espectacular fue la cena, donde quisimos probar algo nuevo y nos decidimos por un restaurante japonés: Buga Ramen Ribeira que fue un espectáculo para todos los sentidos.

Está decorado con temática de animes como naruto, one piece, pokémon… Incluso la carta tiene referencias a dichos animes y más. Todo lleno de neones, láminas y cómics. Muy muy muy bonito!

Además, la calidad de la comida fue espectacular, con opciones sin gluten y todo sabrosísimo. Fue la mejor opción para terminar el día en Oporto la verdad.

¿Dónde aparcar?

Nosotros dejamos el coche en el parking Silo-Auto, que está muy bien ubicado. Es amplio, cubierto y por unas 9-10 horas pagamos 12€. Muy recomendable si vas en coche.

DÍA 4: Café, tiendas y despedida

El último día lo empezamos con un café en el Café Majestic, un lugar precioso con aire de otra época, ideal para cerrar el viaje con calma y estilo.

Después, dimos una última vuelta por la ciudad y aprovechamos para comprar algunos souvenirs.

Y con un poco de pena, tuvimos que despedirnos para poner rumbo de vuelta a casa.

Fueron solo 4 días, pero sentimos que aprovechamos muchísimo. Braga, Viana do Castelo y Oporto forman una combinación perfecta de historia, paisajes, gastronomía y cultura del norte de Portugal. Un viaje fácil, bonito y muy sabroso.

Siento que nos dejamos muchas cosas por ver, Oporto se nos quedó corto en día y medio pero esperamos volver.

¿Qué llevarte de recuerdo?

  • Vino Verde: Si no lo has probado, te lo recomiendo muchísimo. Es un vino joven, fresco, ligeramente espumoso, perfecto para acompañar pescados o para una cena ligera. En el norte de Portugal lo encuentras por todas partes y a muy buen precio. ¡Una botella se viene sí o sí!
  • Productos de corcho: Portugal es el mayor productor de corcho del mundo (hay alcornoques por todo el país), y hacen auténticas maravillas con él. Yo vi de todo: carteras, gorras, bolsos, llaveros, marca páginas… Son ligeros, sostenibles y muy originales.
  • Cerámica y azulejos: Los clásicos platos o tazas de cerámica blanca y azul (¡tan típicos de Portugal!) son un regalo ideal. También puedes encontrar azulejos decorativos, individuales o enmarcados, que quedan genial como detalle para casa.
  • Empanadas y conservas: En muchas tiendas de productos locales venden empanadas de carne o de bacalao que, según me han dicho mis amigos y familiares que probaron las que llevé porque no eran sin gluten, están riquísimas, además de latas de pescado (especialmente sardinas) en envases súper bonitos, casi como obras de arte.
  • Chocolate local: No todo el mundo lo asocia con Portugal, pero hay algunas marcas artesanas que trabajan muy bien el chocolate. Vale la pena echar un vistazo si eres goloso/a.
  • Prendas textiles: Aunque ya no son el gigante textil que fueron hace años, todavía se pueden encontrar ropa, mantas o toallas de buena calidad a precios bastante competitivos. Es un buen souvenir práctico y duradero. (Yo me llevé unas cortinas)

¿Cómo funcionan los peajes?

Si vas a moverte en coche por Portugal (como hicimos nosotros), aquí te dejo unos tips para con los peajes.

En general, los peajes son fáciles de identificar porque tienen barreras, como en cualquier autopista. Pero también hay tramos con cámaras sin barreras físicas, y ahí es donde entra la duda porque no está del todo claro si esas cámaras también suponen un peaje telemático o es simple vigilancia. De momento, seguimos esperando a ver si nos cobran algo en esos tramos…

MUY IMPORTANTE: para evitar sustos o multas, si viajas con tu coche desde fuera de Portugal, regístralo antes de entrar al país en su web oficial:
https://www.portugaltolls.com/es/node

Con este registro, asocias tu matrícula a una tarjeta de crédito y podrás circular por los peajes electrónicos sin preocuparte.

También hay que decir que los precios varían bastante: algunos peajes son muy económicos, pero hay otros que te clavan bien (nos encontramos uno de 16€). Así que mejor estar prevenido y no llevarte el susto al revisar el extracto del banco.

En resumen: el coche da mucha libertad para explorar el norte de Portugal, pero infórmate bien de los peajes y regístrate en la web si no quieres sorpresas.

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